¿Qué sería del desayuno moderno sin un buen croissant?, podríamos afirmar muchos. Y es que nos hemos acostumbrado tanto a ellos, que parecen de nuestro tiempo. Pero no es así, ya que el croissant tiene cientos de años de historia. En CurioSfera-Recetas.com, te explicamos quién inventó el croissant.
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El croissant fue inventado por Kulyezisky en 1683. Era un polaco residente en Viena. Soldado de fortuna que había acudido al socorro de la capital austriaca cuando era asediada por la guerra contra los turcos. Como premio a su heroico comportamiento le fueron concedidos dos privilegios: una partida de café que el general turco Kara Mustafá abandonó en su huida, y licencia ilimitada en el tiempo para abrir en Viena una cafetería.
Para acompañar el café el ingenioso polaco ideó unos dulces en forma de media luna, símbolo que ondeaba en los estandartes del ejército otomano. Era una forma de humillar al eterno enemigo del imperio austro-húngaro. Su éxito fue fulminante ya que permitía a los vieneses plasmar su odio secular en la dulce venganza comestible del croissant. Parece que el primer nombre alemán del producto fue el de hörnchen= cuernecillos.
El término croissant es francés, croissant: media luna creciente, en alusión a la media luna de la bandera turca.
En España también existe un antecedente del croissant. En Castilla ya se elaboraba una cierta hechura de pan dulce que imitaba la media luna, símbolo de los enemigos de la España áurea. Podríamos afirmar que Cervantes comió y degustó croissants, aunque bajo el nombres más castizo de buñuelos de viento.
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