La cerveza tiene miles de años de historia. Es una de las primeras bebidas elaboradas por la humanidad. Las hay de muchísimos tipos, colores y graduaciones. Entonces, ¿Por qué ha sido siempre tan popular? En CurioSfera-Recetas.com, te explicamos el origen e historia de la cerveza.
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¿Cuál es el origen de la cerveza?
La cerveza ha acompañado a la humanidad desde tiempos históricos y, aunque la primera receta para hacer cerveza la encontramos en el Papiro de Zósimo de Panópolis, un viejo papiro escrito por un egipcio en el siglo III. Pero tenemos referencias de la cerveza ya con los antiguos mesopotámicos, hace más de 6.000 años, y también en la antigua China, donde tenían una bebida parecida a la cerveza.
En realidad, la historia de la cerveza ha tenido muchos paralelismos con la historia del pan. Por lo menos, el punto de partida fue el mismo, ya que probablemente se descubrió simultáneamente cómo hacer el pan y la cerveza.
Esto es porque, en el fondo, tan sólo se trata de un problema de proporciones: si se hace fermentar mucha harina con poca agua obtendremos pan, pero si lo que ponemos es mucha agua y poca harina, lo que conseguiremos será cerveza.
Cómo se comenzó a elaborar cerveza
Para hacer cerveza se utilizaba inicialmente trigo o cebada, pero con el tiempo se dedicó el trigo a hacer pan y la cebada a hacer cerveza. El almidón de los cereales no es fácilmente digerible por los microorganismos encargados de la fermentación, pero esto se solucionó con el malteado.
Se trata de hacer germinar los granos de cebada y seguidamente secarlos. De esta manera, el almidón se convierte en azúcares que sí pueden ser fácilmente fermentados. Esto hace pensar que las primeras cervezas de la historia debían aparecer cuando intentaban hacer pan con cereales que ya estaban comenzando a germinar.
Evolución de la cerveza
Al igual como ocurrió con el pan, los antiguos egipcios recibieron la cerveza proveniente de Sumeria y Mesopotamia, y de su elaboración en hicieron un arte. Empezaron a añadir ingredientes para conseguir diferentes sabores y texturas, y la consideraban un regalo de los dioses.
Los romanos también la conocían, claro, y fueron ellos los que le dieron el nombre que utilizamos ahora. Le decían cerevisia, en memoria de Ceres, la diosa de la agricultura.
Aquella cerveza era muy diferente de las que conocemos ahora. Era muy espesa, sin espuma y no estaba filtrada, por lo que contenía restos en suspensión. Pero, junto con el pan, formaba parte de la alimentación habitual de la gente. Además, era más bien dulce.
No fue hasta el siglo XIII que se incorporó el lúpulo en la fabricación. Este es el ingrediente que le da el sabor amargo característico de las cervezas actuales.
Durante la edad media, la fabricación de cerveza cogió mucho impulso en los monasterios. Cada uno tenía sus propias recetas, que incluían diferentes ingredientes guardados en secreto.
Una de las virtudes de la cerveza a lo largo de los siglos es que contenía un poco de alcohol. Esto dificultaba el crecimiento de bacterias y hacía que fuera un alimento relativamente seguro desde el punto de vista de las intoxicaciones. Beber agua era con seguridad más peligroso que beber cerveza.
Receta de la cerveza actual
Las bases de la cerveza como la conocemos actualmente comienzan con un decreto del rey de Baviera en 1516. Se conoce como el decreto de la pureza y especificaba que, para hacer cerveza, había que hacerlo únicamente con agua, avena y lúpulo.
Esto se aplicó con más o menos rigor, y se continuaron añadiendo ingredientes, pero ya se dejaron de lado cosas somos el azafrán, la miel o el jengibre. Es curioso, porque la cerveza la asociamos siempre con países nórdicos, mientras que en el Mediterráneo le ponemos la etiqueta del vino.
Ciertamente, cada una de estas bebidas ha tenido más éxito en una u otra zona, pero no hay que olvidar que la gran llegada de la cerveza en Europa se hizo, como tantas otras cosas, a través del Mediterráneo.
Historia de la cerveza resumen
La primera vez que se menciona algo paread, a la cerveza es en una tabla sumeria de 4000 a.C., concretamente, en un poema dedicado a la diosa Ninkasi, en el que aparece la receta. A partir de la cebada. Era el resultado de una fermentación simple del pan y al parecer fue muy popular, pues se reservaba una buena parte de la cosecha para su fabricación.
Los científicos aseguran haber encontrado restos de cerveza en Irán mil años más antiguos También aparece en el poema épico Gilgamesh, en el cual el protagonista Enkidu o aficionado a beber cerveza.
Los egipcios creían que la había inventado Osirís y la preparaban haciendo dos mezclas: una de pan y agua y otra de agua y cebada. La cebada se mojaba v se dejaba fermentar para después mezclarse con la mezcla anterior. La cerveza resultante era turbia y muy diferente según quien la hiciera, pues tenían costumbre de añadir otros componentes para darle sabor, como miel o comino. En China e India ya preparaban cerveza en el año 3200 a C.
En todos los casos, era una bebida tan fuerte como el vino, que en Egipto era sólo para las clases nobles. Los griegos aprenden su preparación de Oriente Próximo y se la enseñan a los romanos, pero éstos prefieren el vino aguado que se bebía entonces, que quitaba la sed y alegraba el corazón.
En el año 822 se introduce en el imperio Carolingio el uso del lúpulo, pero las dificultades para encontrar la proporción correcta hacen que se implante poco a poco. Puesto que la cerveza de esa época, sin gas, contiene poco alcohol, hay que consumirla in situ.
La única forma de aumentar su duración es el alcohol, y en esto los alemanes ya son unos maestros en el siglo XIII, De aquí pasa a Inglaterra a través los Países Bajos. En 1516, el duque Guillermo IV de Baviera adopta la ley de pureza Reinheitsgebot, probablemente la ley de regulación alimentaria más antigua de la historia, que limita los componentes de la cerveza a agua, cebada y lúpulo.
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