La receta de guisantes crudos en ensalada con queso de cabra es rápida, fácil y sana. Una ensalada primaveral, con la textura que aporta el queso de cabra. Cuando aprendas cómo hacer este plato lo recordarás siempre, porque necesita pocos ingredientes y apetece en los días de calor. En CurioSfera-Recetas.com, te explicamos cómo preparar guisantes crudos en ensalada con queso de cabra.
Ver la receta de guisantes con huevo y jamón
Ingredientes para guisantes crudos en ensalada
Para elaborar la receta de guisantes crudos en ensalada necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 kilo de guisantes crudos, pelados, a poder ser tiernos y pequeños.
- 12 rebanadas finas de pan.
- 1 queso mediano de cabra tierno, cortado en dados grandes.
- 4 puñados de lechugas tiernas.
- 1 diente de ajo partido en dos.
- 6 cucharas de aceite de oliva virgen.
- El zumo de 1/4 de limón.
- 1 pizca de tomillo fresco.
- Sal y pimienta recién molida.
Cómo hacer guisantes crudos en ensalada
- Tiempo de preparación: 30 minutos.
- Dificultad: Fácil.
- Porciones: 4.
- Calorías: 205.
- Lavar las lechugas tiernas bien deshojadas en agua con unas gotas de lejía o de vinagre. Añadir si se quiere unos tallos de acelga roja, o unos brotes de espinaca bien tierna. Escurrirla pasándola por un escurridor de lechugas o secándola con cuidado con un paño seco, y reservarla en la nevera, bien cubierta.
- Si los guisantes son muy pequeños basta con lavarlos en agua.
- Untar las rebanadas de pan con los medios ajos y tostarlos en una tostadora. Rociarlas con una pizca de aceite de oliva. Una vez pelados (no hace falta si son pequeñísimos), lavados y secos, colocar los guisantes en un bol con los dados de queso.
- En una taza mezclar el zumo con la sal, el tomillo y la pimienta. Batir con un tenedor y añadir el aceite de oliva.
Acabado y presentación
Regar con este aliño los guisantes y las hojas de lechuga, y mezclar bien. Servir la ensalada sobre las tostadas recién hechas.
Truco de esta receta
Si lo guisantes son hermosos habrá que poner agua salada a hervir y, en el momento en que surjan los borbotones, volcar los guisantes. Una vez se reinicie el hervor, contar medio minuto y escurrirlos, sumergiéndolos en agua con hielo ligeramente salada . Ya fríos, escurrirlos de nuevo y retirarles la piel uno a uno, pinzándolos con las yemas de los dedos.
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